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LAS ZONAS GÜÍMARERAS DE CHIMAJE Y AGACHE. ETIMOLOGÍA DE LA VOZ GENÉRICA ERQUES.

LAS ZONAS GÜÍMARERAS DE CHIMAJE Y AGACHE. ETIMOLOGÍA DE LA VOZ GENÉRICA ERQUES.

Artículo extraido de la web http://elguanche.net/erques.htm

El término isleño Erques se documenta específicamente en las islas de Tenerife y La Gomera y no tenemos constancia de su presencia en el resto del Archipiélago, al menos bajo esta forma léxica.



En la isla de Tenerife la tradición oral atestigua la existencia del topónimo Erques o Erque, también grafiado Herque, recogido por J.de Viera y S.Berthelot (1842) y asociado a dos barrancos, uno situado entre los términos municipales de Güimar y Fasnia y el otro en Guía de Isora, este último origen de la localidad Vera de Erque. En relación al primero de ellos L.D.Cuscoy (1968:168) lo relaciona con la delimitación noreste del menceyato de Abona con el de Güímar. Dicho autor señala al Barranco de Erque o El Río como separador de ambos territorios guanches. El hecho de denominarlo también como El Río pudo obedecer a la antigua existencia de cursos de agua en su cauce que los pastores vadeaban al recorrerlo en toda su longitud. El carácter del barranco como separador natural geográfico de aquellas demarcaciones políticas se confirma con el topónimo Aguerche, caserío recogido por Chil (en B.Alfonso I, 399) y situado en la cota 650 m. s.n.m., junto a la orilla izquierda de aquel barranco, correspondiente al último tercio de su curso total en sentido descendente. Su primario deriva del verbo "kert" del Marruecos Central vigente entre los Ait Haddidou (M.Taifi, 1991) con el significado de "rayar, tirar un trazo, trazar (una línea)" precedido del pronombre indefinido tahaggart "a" ="el que, lo que" (Ch.Foucauld III, 1951), resultando el compuesto "a kert"= "el que traza", en alusión a la "línea" orográfica que marcaba la separación de los dos menceyatos. La evolución fonética del término nos conduce a la forma "akerch<>aguerche, por cambio articular del radical palatal sordo "k" al palatal sonoro "g", por la conocida realización fonémica "t<>ch" canaria y finalmente por el típico añadido protético de la vocal "e" en la posterior castellanización.
Por su parte, el Dr.Bethencourt Alfonso (I,399) señala el barranco de Aguerche como la línea divisoria de las dos provincias de Güímar, Chimaja y Agache, que hoy corresponden respectivamente al "Escobonal de abajo" y al "Escobonal de arriba". Estamos ante una nueva aplicación "in situ" de la voz Aguerche, esta vez en relación a dos territorios bien diferenciados en la antigua sociedad guanche de esa zona de la isla. El estudio etnolingüistico de los elementos toponímicos y socio-históricos de dicha zona nos conduce a interesantes conclusiones que arrojan luz sobre determinados aspectos oscuros del pasado insular. Según comunicación personal del Dr.Manuel Díaz, chimajero residente en La Laguna, la comarca de Agache se extiende desde Punta Agache y La Medida hasta el barranco del Puente, prolongación del barranco de Amea, próximo al Lomo de Mena. Desde dicho barranco del Puente (el denominado Aguerche por J.Bethencourt Alfonso) hasta el barranco de Erques se extiende la comarca de Chimaje (actual nombre del Chimaja vista ut supra), muy vinculada al casco poblacional de El Escobonal. Ambas zonas, Agache y Chimaje, se han distinguido siempre de la parte de Güimar propiamente dicha constituyendo, aunque pertenecieran al mismo menceyato, dos comarcas perfectamente diferenciadas geográficamente y justamente separadas por la Ladera de Guímar o Aguymad ( "agumad" ="los de la orilla opuesta, los de enfrente", en el dialecto tachelhit del sur marroquí). Es decir, a un lado de La Ladera el Valle de Güímar y al otro lado, Agache (los pobres) y Chimaja o Chimaje (los nobles o "ricos"). Se infiere por tanto que la denominación Gïíímar o Aguymad que dio nombre al menceyato les fue dado a la gente del Valle por los agacheros y chimajeros: "los del otro lado" o "los de enfrente".

Los análisis lingüísticos de ambas voces tinerfeñas nos confirman la existencia de dos estratos socio-económicos perfectamente diferenciados en la sociedad pre y postcolonial isleña. El estudio etimológico de Agache lo asocia al paralelo amazigh "agachur (pl: iguchar)=" desgraciado, pobre, desafortunado", entre los Ait Izdeg del Alto Atlas Central (M.Taifi, 1991). La conversión vocálica "u<>e" (agachur<>agacher<>agache) se documenta en la equivalencia recíproca "e<>o", "o<>e" vigente en el sistema heptavocálico de anexión oriental (K.G.Prasse, 1972), a la que se añade el apócope de la "r" final al castellanizarse. La voz guanche Agacher la veremos más adelante contenida en los Protocolos de Alonso Gutierrez.
Por otra parte, el análisis de la voz Chimaje restablece el compuesto primigenio "ti amâhagh" =" la (tierra) de o las del noble", en dialecto tahaggart, en donde la partícula "ti" es el demostrativo autónomo femenino singular o plural vigente en el Marruecos Central. La posterior castellanización condujo al actual vocablo: ti amâhagh <> timaha <> timaja<>chimaja<>chimaje, por la habitual realización paladial "t<>ch", por equivalencia de la "h" amazigh faringal fricativa sorda con la "j" castellana y por apócope del fonema "gh" final. La presencia en la zona más o menos próxima a El Escobonal del topónimo Mage viene a corroborar lo anterior. En efecto, este topónimo corresponde a un llano entre la Cruz de Abreu y El Portillo, en Fasnia, posible cristianización posterior de un lugar ritual guanche relacionado con los nobles o las almas de los nobles. El llano de Maja, en las cercanías del Teide, es otro ejemplo de un conjunto de voces de idéntica raíz "M H GH" relacionadas todas ellas con la voz "noble", sinónimo de "libre" y por consiguiente perteneciente a una casta superior detentadora del poder en la sociedad guanche y canaria en general. La franja de Chimaje se vincula con el área urbana de El Escobonal como vimos ut supra, con núcleos habitacionales, tagorores y rica tradición ganadera caprina y ovina, vinculada como veremos después en el estudio lingüistico de Erques, con la actividad pastoril y el paso de los cuidadores de ganado hacia la cumbre. Es muy probable que perteneciera y fuera habitada por individuos ennoblecidos pertenecientes a menceyatos distintos al de Güimar que sometieran de alguna forma a los naturales de este último territorio. La zona de Chimaje entra en total contraposición con la zona pobre e ignorada de Agache situada como dijimos más arriba entre el barranco del Puente y La Medida, zona árida y agreste en comparación con el entorno urbano de El Escobonal, dato confirmado por el Dr.Manuel Díaz. La zona de El Escobonal y por tanto de Chimaje se asocia con los "guerreros" o linaje de los Axaentemir, que según la tradición oral de D.Carlos Campos, oriundo de dicha zona, eran altos y rubios. Esta denonimación es recogida por cronistas como Arribas (en B.Alfonso I, 408) que la vincula a tierras en Abona sobre las que nos ocuparemos más adelante al hablar de las tierras de Imobar o Imobad.
Si analizamos la voz "axaentemir" su propuesta de interpretación pasa a nuestro juicio previamente por la metátesis consonántica de "axarentemi" Aún teniendo en cuenta el posterior proceso deformador castellanizante parece clara su adscripción al compuesto primario tahaggart "aher n témit" = "tener en común una matriz"; por ext:"estar unido por una alianza de la cual nació uno (o varios) hijos, siendo el sujeto de dicha alianza dos familias, dos tribus, dos pueblos, ..entre los cuales hay una alianza antigua o reciente de la cual nació al menos un hijo" (Ch.Foucauld III, 1951). El sustantivo "témit" se documenta en el mismo dialecto con el significado de "parentesco" (relación de consanguinidad o de alianza que une a personas; "personas parientes o aliadas, personas a las cuales se está unido por consanguinidad o alianza". Los paralelos insulares de Gran Canaria Guanarteme (wa n ar témit= "este (de el) del parentesco o alianza", voz antroponímica de la realeza de la isla o Artemi (ar témit="el del parentesco") personaje histórico hijo de Andamana y Gumidafe, con cuyo casamiento se logró la reunificación del teritorio insular a finales del siglo XIV (F.Osorio, 2003:260), confirman la existencia de la misma raíz en aquella isla en relación al linaje real o de nobleza como continuidad de una primera unión de intereses.

En el caso de El Escobonal o Chimaje y a la vista de lo anterior podríamos establecer una hipótesis de trabajo por la cual esa zona fuera el hábitat de los "hijos del parentesco o linaje noble". Este importante dato vendría a confirmar la existencia de un archimenceyato dentro del Menceyato de Güimar, no controlado directamente por el Mencey de aquel territorio sureño. Por lo tanto se infiere una posible penetración exterior en aquel que pudo provenir desde el menceyato de Taoro, caracterizado este último por sus afanes expansionistas y tradicional enemigo del menceyato de Güímar a causa de conflictos territoriales y robos de ganado. Esto explicaría los combates o batallas entre güímareros y taorinos recogidas por el Dr.J.Bethencourt Alfonso en su "Historia del Pueblo Guanche" a finales del siglo XV.

La tradición pastoril de Güímar y Fasnia recuerda aún que hasta no hace mucho tiempo se producían incursiones furtivas procedentes de La Orotava, a través de las cumbres, destinadas al robo de ganado en la zona sureña de Güimar-Fasnia. Esta circunstancia motivó el pacto del mencey Añaterve de Güímar con los españoles en contra de los bandos confederados del norte dirigidos por Bencomo a finales del siglo XV y que fue determinante para el debilitamiento de este último y la aceleración del proceso de conquista de la isla que culminó oficialmente en 1496. Es probable pues que antes de la conquista europea la zona de Chimaje perteneciera de "facto" al mencey de Taoro mediante el establecimiento de lazos de alianza, unión o consanguinidad de elementos de la nobleza de aquel bando norteño con otros de esta zona del menceyato de Güimar, muy posiblemente con la oposición del jefe supremo güímarero. En relación con dichas alianzas el autor chasnero nos proporciona un dato determinante respecto a la probable relación amorosa entre Ruymán, hijo de Bencomo y Guayarmina, hija de Añaterve (I, 1991: 347), con lo cual tenemos ya un elemento de unión entre las noblezas de ambos menceyatos, aunque con la aparente oposición del mencey de Taoro que no podía dar su aprobación oficial ante su corte por la manifiesta enemistad e intereses políticos contrapuestos ante la invasión española de la isla.

El análisis lingüístico del antropónimo Guayarmina (análogo al perteneciente a la hija del guanarteme de Gáldar) nos lleva sorprendentemente a datos muy significativos en relación a cuanto decimos. En el norte de Africa se documenta la existencia de un linaje de chorfa originarios de Marruecos que en 1660 d.C. dominaban el Macizo del Ahaggar (núcleo actual de los tuaregs del norte) llamados Imenan, cuyos antiquísimos ascendientes se remontaban a un pequeño grupo instalado en los Oasis de Ghat y Djanet (Enciclop.Berbère III, M.Gast, 1986), en la frontera libio-argelina. Según este autor los Imenan, gracias a sus alianzas con las mujeres de la aristocracia local practicaron una doble filiación para asegurar su poder: religioso y patrilineal entre los consanguíneos de origen árabe y matrilineal con los "uterinos" bereberes de origen tuareg. Sus mujeres de prestigio e influencia eran llamadas timenukalin. Salvando las distancias cronológicas y religiosas estos Imenan, una parte de cuyos antiguos grupos pudo haber pasado a Canarias antes del Islam, podrian estar en el origen del antropónimo Guayarmina <>wa y ar imenan=" este de los imenan", como perteneciente a una casta o linaje de poder. La tradición oral de Chimaje nos confirma dicha zona de abundante agua como área de asentamiento de gentes de noble linaje, de las que un ejemplo son las tierras del Marquesado, otorgadas después de la conquista y la existencia de topónimos como Casa de la Reina y Barranco de la Reina, ya en las cumbres a 1.300 m. de altitud, que muy posiblemente ocuparan las mismas tierras que sus antepasados nobles guanches.

La toponimia de la zona recoge también nombres como:
- Beñamo, montaña y tagoror; importante enclave de reunión guanche atestiguado por la traducción wi n- y- amu=" el (lugar) de asociarse, reunirse o participar", en el dialecto del Marruecos Central.

- Amorín, montaña cerca de El Bailadero, al noroeste del casco de El Escobonal y lomo muy próximo a dicho casco. Procede del sustantivo "amur (pl:imuren) ="parte, porción, parte alícuota al hacer el reparto de tierras"; también significa "protección dada al refugiado o a otra persona por parte de alguien poderoso o con influencia a fin de que fuera respetado por sus perseguidores" o "estado de paz entre dos tribus caracterizadas por precauciones recíprocas", vigente igualmente en el Marruecos Central, de raíz kabilia. La voz isleña deriva del compuesto plural "a imuren"= el (lugar) que (es) de las protecciones o porciones de tierra". Este sugerente topónimo demuestra que existían zonas o "tierras de nadie" que debían ser respetadas por los adversarios y en donde se refugiaban los que huían de alguno de los bandos rivales. La existencia de nobles emparentados con el menceyato de Taoro en la zona de Chimaje, en franca hostilidad con el de Güimar, podrían explicar esta voz guanche.

-Chaida, voz gentilmente facilitada por el Dr.Manuel Díaz, de El Escobonal, y alusiva a una cueva situada en las proximidades del casco urbano que sirvió de antiguo cementerio provisional para las gentes fallecidas del lugar, y probablemente utilizada por los primeros guanches. El primario lo encontramos en el sustantivo panamazigh del Marruecos Central "tayda"="pino" (árbol y fruto), cuya derivación insular se restablece por la conocida realización paladial "t<>ch", fácilmente explicable por la existencia en aquella época de pinares en la cota de 550 m. de altitud, lugar en donde se encontraba la cueva.

La actividad pastoril fue la principal ocupación de los habitantes de esta zona meridional del Menceyato de Güímar que abarcaba las zonas de Agache y Chimaje y esta última, junto a tierras más al sur del Barranco de Erques, constituían "territorios de nobles" como veremos más adelante con el topónimo Imobard, Imobad o Imobar.
Estudio etimológico del vocablo Erques.

El Barranco de Erques, situado en la zona limítrofe entre Fasnia y Güímar, es un barranco largo, profundo y encajado que discurre entre materiales basálticos. La vegetación de su cauce la constituyen principalmente tabaibas (Euphorbia sp.) y balos (Ploclama pendula) y plantas rupículas en sus paredes, entre otras. En su tramo más alto, en la Corona Forestal, existen abundantes pinares canarios. En 1885 fue encontrado en una cueva de dicho barranco un idolillo de barro envuelto en una piel que, según B.Alfonso (I, 1991: 293), llevaban al exterior del pecho a modo de colgante los adivinos o santones denominados guañameñe, guanameñe (F.Osorio, 2003:463, de P.A.del Castillo) o guanamene ( F.Osorio, 2003:463, de S.Berthelot). En relación a esta voz podemos restablecer el primigenio tuareg "wa n y amenn" ="este el de decir" o "el dicente", derivado del verbo "enn"="decir" (Ch.Foucauld III, 1951), en el sentido de adivinar, predecir o "decir" el porvenir. B.Alfonso nos refiere que al citado idolillo la tradición oral de la isla lo denominaban "guatimac" o el "muñeco" (I, 1991:294). El análisis de esta última voz nos conduce al primario kabilio (J.M.Dallet, 1982) "wa timmad"="este de la persona misma, de la que se trata", en alusión a un personaje individualizado y único. Expresa por tanto un objeto portado por alguien importante, un objeto personal e intrasferible y no portado por otra persona. Lo lleva "en persona", ella misma, seguramente en relación con la figura del santón o adivino, muy venerado en la sociedad guanche. La evolución posterior se explica por la equivalencia fonética del fonema final "d<>t>ch", por realización paladial y posteriormente por vicio ortográfico de la voz "guatimach<>guatimac", análogamente a lo que ocurre con Ataman y Acaman, esto último señalado por M.A.Fariña en B.Alfonso (I, 1991:289).

La presencia del guanameñe en el Barranco de Erques, en tierras de nobles, podría explicarse por la influencia e importancia social y por su posible pertenencia a la "familia real", como apunta A.Tejera (1988:36, de J.Bethencourt). Era esta zona sureña muy transitada por los pastores y rica en plantas forrajeras, por lo que no era de extrañar la propiedad de la misma por parte de la nobleza isleña.

El origen amazigh del término Erques se documenta en el paralelo verbal tuareg "erkes"=" pisotear" (personas, animales..) (Ch.Foucauld IV, 1951), "lo pisado, pisoteado, escachado", en referencia a suelo, lugar, hierbas, etcétera); fondo de estancado (agua); En la misma isla de Tenerife encontramos la misma voz Erques en relación a un barranco del término municipal de Guía de Isora que nace en Boca Tauce y desemboca en la playa del mismo nombre, siguiendo aproximadamente el límite con el término municipal de Adeje. La Vera de Erque es una variante del mismo vocablo, caserío de Guía de Isora donde se produjeron los primeros asentamientos poblacionales debido a la proximidad de puntos de agua o nacientes. Antes de la conquista española fue zona de pastoreo guanche, actividad que fue decreciendo posteriormente a favor del cultivo de cereales.

En relación a la isla de La Gomera volvemos a encontrar la misma voz en el barranco y caserío de Erques o Erque, recogido por Aguilar y Chil, en el sur de la isla, municipio de Vallehermoso. Desciende desde la meseta central de la isla hasta la costa y su cabecera se localiza al pie de la Fortaleza de Chipude en forma de profunda caldera con un corte casi vertical de casi 400 m. El caserío de Erquito (diminutivo castellanizado de Erque) junto al anterior fue antaño una importante zona de pastoreo cuyo régimen de explotación de pastos llevaban aparejados los desplazamientos verticales. La ganadería constituía en esta isla la actividad productiva fundamental, muy por encima de la protoagricultura practicada por los isleños.
La justificación de esta voz genérica canaria se basa en el caso de Tenerife en la existencia de lugares de paso obligado o habitual de los pastores y sus ganados, en ruta de trashumancia vertical desde la costa hacia Las Cañadas del Teide, territorios comunales de pastos utilizados por los diversos menceyatos. La gran cantidad de ganado que existía en la isla en época anterior a la conquista europea explicaría el trasiego de hombres y ganado que concentrarían su paso hacia las cumbres por determinados lugares que ofrecieran mejores condiciones que otros para el paso de los animales. A.de Espinosa nos confirma el elevado número de cabezas de ganado menor existente en la isla:

"Apaciguada la isla de Canaria, desde la cual venían a esta de Tenerife (los castellanos) y hacían entradas, como queda dicho....y la mucha gente que la habitaba y la multitud de ganado menor que en ella había (porque cuando los españoles entraron en ellas, pasaban de doscientas mil cabezas de ganado)" (1980:93).

En el caso de La Gomera la propia toponimia cercana a Erque y Erquito justifica por sí misma la interpretación de dicha voz: La Dehesa, El Paso y el sugerente topónimo gomero La Manteca, cercano a la Lomada de Arguayoda, castellanización por homofonía del compuesto amazigh " ma n tekka" =el (lugar) que es de pasar", en donde la partícula "ma" es el demostrativo "el que, lo que", y "tekka" es una variante verbal de la forma infinitiva "ekk" =" venir, provenir, pasar , pasar por ",de raíz kabilia, ambos vigentes en los dialectos del Marruecos Central (M.Taifi, 1991).

Esta voz se documenta asímismo en la isla de Tenerife: Camino de las Mantecas, La Cuesta; Camino de la Manteca, Cruz Santa-La Perdoma; La Manteca, Fasnia; Arico el Viejo, Bco.Tamadaya y en la isla de La Palma: Hoya de la Manteca, Fuencaliente, a 1608 m. de altitud, todos ellos vinculados al paso del ganado en tiempos anteriores a la conquista.

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